Hormigas invasoras sudamericanas
Las invasiones biológicas son eventos en los que las especies, por la desaparición de obstáculos, se trasladan o extienden su distribución rápidamente a nuevas áreas donde pueden tener ventajas competitivas por la ausencia de enemigos naturales o competidores superiores, y así constituir poblaciones abundantes y/o dominantes. Las especies exóticas invasoras son una importante amenaza para la biodiversidad, y son especialmente responsables de importantes pérdidas de bienes y servicios, así como de la capacidad productiva agropecuaria.
Las hormigas son uno de los insectos más diversos, conspicuos y dominantes en el planeta, siendo un componente esencial de la dinámica de los ecosistemas como depredadores, dispersores de semillas, y por sus relaciones mutualistas con otros organismos. De las ~14.000 especies de hormigas conocidas, cerca de 200 se han establecido con éxito fuera de su área de distribución, de las cuales sólo 19 son consideradas especies invasoras por la UICN. Cinco de ellas están incluidas entre las 100 peores especies exóticas invasoras del mundo, de las cuales tres son nativas del sur de Sudamérica: la hormiga argentina (Linepithema humile), la hormiga de fuego (Solenopsis invicta) y la pequeña hormiga de fuego (Wasmannia auropunctata).
La cuenca hidrográfica del Plata, en la que confluyen los ríos Paraná y Uruguay, afluentes del Río de la Plata, es una de las regiones del mundo en la que se han originado más especies de hormigas invasoras, entre ellas L. humile, S. invicta y W. auropunctata. Esta región, en la que coexisten numerosas especies que se han convertido en invasoras, parece tener una combinación de factores relacionados con las condiciones ambientales que habrían favorecido la evolución de características que favorecieron su éxito como invasoras, pero es también una región con gran cantidad de rutas comerciales.
Colaborators: Luis A. Calcaterra, M. Belén Fernández